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Clemens Gnadinger pide dignidad y respeto para Man

Clemens Gnadinger pide dignidad y respeto para Man
Actualidade | Publicada: 05/02/2016
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El sobrino del Alemán de Camelle pide dignidad y respeto con las cenizas de su tío.
Rafael Lema
Clemens Gnadinger sobrino de Manfred Gnadinger, Man de Camelle, pide al alcalde de Camariñas Manuel Valeriano Alonso de León "dignidad y respeto" con las cenizas de su tío, que pese a un acto simbólico de depósito de las mismas en su casa museo hace tres años de hecho no se ha llevado a cabo todavía la ceremonia oficial de enterramiento. Clemens cree que ya ha pasado mucho tiempo desde la muerte de su tío y no se han cumplido sus últimas voluntades.

Además desea saber en donde están sus restos y qué se va a hacer con ellos. El sobrino de Man estuvo varias veces en Camelle, la última hace dos años, invitado por amigos de su tío de Ponte do Porto. Clemens vive en Hamburgo y siempre se preocupó por el futuro del legado de su tío, al igual que un hermano residente en el solar familiar, que fue el único pariente que visitó Camelle y el que guardaba relación epistolar con Man, pero ya falleció. A Clemens le da mucha pena ver el estado de la casa museo de Man, y como se desmorona cada temporada y se pregunta si "¿van a hacer algo para recuperarla?".
Desde el Concello de Camariñas ya anunciaron la colocación de la cubierta de la casa y el pintado de las paredes pero sobre el entorno los técnicos no se ponen de acuerdo y la visión más común, y más fácil, es dejar que la naturaleza se vaya comiendo el legado como un actor más dentro del land-art al que se podría inscribir la ecléctica obra del anacoreta alemán. Una de las opciones barajadas por el Concello con respecto a la urna de cenizas de Man es colocarla dentro de la casa museo. Otra, tenerla en un espacio del actual Museo Man de Camelle, presupuestada con el dinero que el conselleiro Xesús Pérez Varela les retiró a los organizadores de la entrega de los Premios Max en Vigo, y que guarda sus esculturas, dibujos y utensilios.
Clemens recuerda que "hace más de tres años mi tío Manfred Gnädinger fue incinerado para así poder ofrecerle su lugar de descanso. Uno de los pocos deseos que quedó reflejado en su testamento era precisamente el de que sus cenizas fuesen depositadas en su pequeño museo. Pienso que esto debería ser respetado ante todo". Por eso se duele el familiar que "en la celebración del 28 de diciembre del 2012, acto en el que usted también estaba presente, y siempre a mi lado, se depositó la urna simbólicamente delante de la puerta de su museo y en especial, ¡para la prensa!". Clemens creyó que su visita de entonces era para dar enterramiento a las cenizas y al no entender español ni ser informado por los organizadores se encontraba confundido, y tardó en entender el proceso. Incluso creyó durante el acto que el alcalde era el encargado de la funeraria y por ello preguntó a una amiga que sabía alemán "¿por qué la gente saluda tanto al señor de la funeraria?.

"Yo albergaba la esperanza de que Man fuese enterrado pocos días después de este acontecimiento en su museo, tal y como él lo expresó en su testamento. Lamentablemente no sucedió así. Todo en vano. Primero se dijo que no era posible, ya que el frío impedía trabajar. Después que si había que reparar la puerta antes de colocar la urna. Más tarde que si no había permiso, que sí había que traer una grúa para poder hacer el hoyo? Tan solo pretextos y disculpas. Nada serio" se lamenta el sobrino de artista.
"Con el tema de la urna, más de lo mismo: primero que se encontraba en la Casa de Cultura de Camelle, también que supuestamente estaba en casa de una vecina de Camelle. Mercedes Martín González me aseguró en una reunión de la fundación a principios del 2014 que las cenizas estaban siendo custodiadas en el propio Ayuntamiento de Camariñas. Nunca llegué a verlas. ¡Realmente todo un misterio!" indica Clemens.
"Todo esto resulta para mí absolutamente increíble" dice el pariente, y por ello Clemens cree que es obvio que tanto al alcalde como al pueblo "les trae sin cuidado el destino de Man. Lo mismo da que las cenizas sean depositadas o no". "Así como también me da la impresión, y cada vez estoy más seguro de ello, que a todos ustedes les parece bien que tanto el museo como su entorno siga deteriorándose y desmoronándose cada vez más" insiste el joven, en una crítica también muy frecuente en Camelle. Por ello se pregunta "si desde un principio estaba claro que no había interés ninguno en depositar sus cenizas en el museo, ¿por qué se le incineró? ¿Por qué Man después de más de tres años todavía no está enterrado en su museo? ¿Cuándo llegará por fin ese día ?". Man fue enterrado en 2002 con funeral católico en un nicho cedido por el entonces párroco local Eulogio Cousillas en el cementerio parroquial de Camelle, un lugar que enseguida se convirtió en punto de visita para los muchos amantes de la obra de man. Por ello el pariente no se explica por qué fue retirado de aquel espacio para andar con sus cenizas de un lado para otro. Clemens finalmente hace una petición con dolor y rabia a las autoridades locales pero en cierta parte también a la sociedad a la que man dejó su obra y también 125.000 euros, que se llevó el estado español "¡Simplemente pido dignidad y respeto para Man".
FOTO PORTADA- ANTONIO NODAR

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